Observatorio Social sobre Gobernanza Efectiva y Desarrollo Económico Local
3.3 Valoración de la incidencia
Hemos observado en la región ejemplos tímidos de políticas explícitas o programas orientados a incidir en el desarrollo local y, a la inversa, existen menos evidencias de experiencias de desarrollo local que hayan incidido en las políticas a favor del desarrollo local. Se puede suponer que ello ocurre por inercia política en la mayor parte de los casos y no llega a generalizarse.
Además, se podría arriesgar la hipótesis de que la mayor parte de los programas o proyectos no se proponen ese fin y por sus características institucionales, volumen y duración de los mismos, son generalmente acciones que empiezan y terminan en si mismos.
El que incidan o no depende mucho del carácter de los actores involucrados en el desarrollo local que ejercen presiones muy diferentes de un caso a otro y que en esa medida inciden. En algunos países inciden principalmente los actores internacionales. De todos modos se puede establecer la hipótesis de que se ha ido generando un ambiente propicio, en los últimos 25 años en que se han venido implementando las políticas de ajustes y se realizaron importantes presiones sobre los gobiernos. Igualmente, por efectos de la globalización de los conceptos de desarrollo local y de la generación de redes al respecto los gobiernos han ideo incluyendo de forma importante políticas económicas para apoyar el desarrollo local. De todos modos se evidencian esfuerzos cada vez más explícitos en las políticas estatales por incidir en el desarrollo local, ya sea a través de las políticas descentralizadoras, ya sea por convenios explícitos con organismos locales e internacionales estos son puntuales y discontinuos.
Pareciera, por las evidencias rescatadas de los proyectos, que este aspecto no puede seguir abandonado a la suerte de las voluntades de los gobiernos, sean éstos nacionales o locales, sino que habría focalizar más el objetivo de la incidencia a través de varios escenarios utilizando un cuadro de doble entrada como el anterior en el que se crucen áreas de intervención según cada tipo de actores. No conocemos estudios comparativos que podrían dar luces al respecto sobre lo que viene ocurriendo en la región.
Programas explícitos orientados a incidir desde los proyectos hacia las políticas deberá ser un objetivo cuando éste se incorpora en acciones de concurrencia entre sector privado, gobiernos, organismos de la sociedad, productores. La variedad de programas en este sentido que de forma explicita manifiestan estos escenarios así como aquellos que facilitan contextos amigables para ello aparecen en este esfuerzo de investigación colaborativa llevada a cabo.
Sería recomendable que se profundice, de forma explicita, en el desarrollo conceptual, la sistematización de experiencias y el desarrollo de mecanismos y metodologías en esta línea, de forma tal que los proyectos alcancen un valor agregado como es su integralidad y continuidad como acciones de política de desarrollo. Habría que desarrollar esfuerzos institucionales entre los programas y las instituciones que financian programas de desarrollo y de investigación, para que consideren las políticas públicas como un proceso, que facilite la posibilidad de prestar asistencia técnica a las instituciones e investigadores cuyo campo de acción habitual no es éste. Pese al potencial de esta orientación los organismos financieros de cooperación y de investigación, pareciera que no ven esta tarea como su aporte más importante.
Los proyectos y programas de desarrollo local revelan que los proyectos de red permitirían fortalecer la incidencia tanto a nivel nacional, como internacional. Las alianzas para lograr la concurrencia entre instituciones nacionales e internacionales, entre organizaciones públicas y privadas en la formulación de políticas en este tema es buena oportunidad para el aprendizaje.
Las capacidades institucionales para la incidencia en políticas son muy diferentes de unas instituciones a otras, por lo que una estrategia de desarrollo en red aumentaría el mayor potencial de unos proyectos con otros con menos potencial apoyados ambos por vínculos tanto internacionales como con mecanismos nacionales.
No basta con analizar las diferentes formas de incidencia sino que también es necesario desarrollar formas de difusión muy particulares como son los foros y sobre todo cursos explícitos virtuales y presénciales apoyados por investigadores y ejecutores de los proyectos en forma de programas de capacitación y formación continua. En este sentido sería muy importante la formación de una base de datos y su difusión en torno al tema. Sobre esta base se podría montar servicios de advocacy y de consultoría.
Los programas de capitación sobre medición del impacto de los proyectos en los programas y políticas y a la inversa deberían apoyarse en un soporte en red que facilite un proceso de formación continua en la región, con el objetivo de salir de los reportes finales anecdóticos.
Programas de uso de las TICs adecuadamente orientados a este propósito puede ser un buen emprendimiento sobre todo impulsado por organismos como CUSO que invierten abundantes recursos en el apoyo a través de cooperación en varios continentes. Este puede ser un buen reto que podría ser perfectamente asumido por CUSO, otros mecanismos de cooperación al desarrollo como universidades de Canadá y de la región. Se tratad e un emprendimiento concurrente por la importancia del volumen y sostenibilidad que deberá tener.
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